La herencia de una casa emblemática
Nacida del ingenio visionario de Herbert Gallen en 1949, Ellen Tracy se forjó una reputación de excelencia en el mundo de la moda antes de conquistar el mundo de las fragancias. Esta marca americana, símbolo de elegancia atemporal, ha trasladado su saber hacer sartorial al sutil arte de la creación de fragancias.
Las fragancias Ellen Tracy, fruto de la colaboración con la prestigiosa casa Revlon, encarnan la esencia misma de la feminidad moderna. Cada fragancia es una creación única, una armoniosa unión de tradición e innovación, diseñada para la mujer que abraza su fuerza al tiempo que celebra su gracia.
Lo que distingue a Ellen Tracy es su capacidad para captar el espíritu de la mujer contemporánea: independiente, segura de sí misma y decididamente elegante. Las composiciones de la fragancia, caracterizadas por encantadoras notas florales y vibrantes acordes afrutados, son una invitación a la autoexpresión.
Ellen Tracy es más que una fragancia; es una filosofía, una declaración de estilo accesible a todos aquellos que aspiran a una elegancia sin esfuerzo, ya sea en la sala de juntas o en las alfombras rojas de la vida.