Diane Von Fürstenberg es una diseñadora belga-estadounidense nacida en Bruselas en 1946. Después de estudiar en España y Suiza, siguió a su marido, el príncipe Von Fürstenberg, a Nueva York, donde lanzó una primera línea de productos que iba desde ropa hasta cosméticos. Sin embargo, alimentada por la influencia neoyorquina, no tardó en crear su propia marca en 1972. Su primer desfile le trajo la consagración. Imaginó un nuevo género: el wrap dress, una colección completa, femenina y funcional. El mejor ejemplo es el vestido jersey y sobre todo el vestido cruzado, del que vendería cientos de miles de ejemplares. En 1976, creó su primera fragancia para mujeres bautizada con el nombre de su hija Tatiana. Una vez más, el éxito fue inmediato. De 1983 a 1997, problemas personales y familiares la llevaron a abandonar su casa de moda.
Se fue a Europa, se convirtió en editora, granjera, escritora. Pero la pasión y el talento de diseñadora que habitan en Diane Von Fürstenberg son más fuertes que todo. Regresó a Nueva York y volvió al primer plano, convirtiendo su casa en una de las más prestigiosas de la moda. En 2005, diseñó nuevamente una línea de perfumes para mujeres. Como todo lo que emprende, esta creación es una parte de ella misma. En ella se encuentra su elegancia, su sonrisa, su feminidad y su energía. Imagina fragancias sabiamente equilibradas, con notas chic y florales para acompañar a las mujeres en su día a día. Perfumes poco conocidos en Francia pero que definitivamente merecen ser descubiertos.
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