Robert Piguet y el alejamiento del destino familiar
Después de una formación selecta con Paul Poiret, uno de los más grandes modistos franceses de principios del siglo XX, Robert Piguet comienza en el muy codiciado mundo de la moda. En los años 30, ya viste a las más grandes estrellas de la época y tiene el olfato para detectar a los diseñadores prometedores... Incluyendo a Christian Dior y Hubert de Givenchy. Establece su taller en París y se convierte en un icono en la capital de la moda. Todo el mundo se apresura a visitar su boutique, ubicada en un famoso palacete parisino, y a descubrir sus nuevas piezas.
Con este éxito, Robert Piguet pudo escapar de un destino casi predeterminado para él. Hijo de notables de Yverdon, estaba predestinado a seguir los pasos familiares. Sin embargo, es el chic y la elegancia parisina lo que se esforzó por representar a lo largo de su vida. En 1953, a la edad de 55 años, Robert Piguet muere con la mayor discreción. Dejará tras de sí creaciones míticas y perfumes excepcionales.