Un Legado de Refinamiento Atemporal
Lanvin, joya de la alta costura francesa, brilla desde hace más de 130 años en el firmamento del lujo. Fundada por la icónica Jeanne Lanvin en 1889, esta casa encarna la quintaesencia de la elegancia parisina, combinando con maestría tradición e innovación.
La historia de Lanvin está tejida con hilos de amor maternal, encarnado por el emblemático logo creado por Paul Iribe: una madre y su hija, de la mano, símbolo eterno de ternura e inspiración.
La firma Lanvin se reconoce por sus creaciones audaces, sus colores vibrantes - incluyendo el famoso azul Lanvin - y sus delicados motivos que cautivan la mirada. Pionera en el arte de la sastrería masculina desde 1926, la casa ha sabido conquistar corazones más allá de las fronteras del género.
En el embriagador universo de las fragancias, Lanvin sobresale. Arpège, nacido en 1927, sigue siendo el perfume emblemático de la casa, una obra maestra olfativa que atraviesa las épocas sin perder su esplendor.
Cada creación Lanvin es una oda a la belleza, un poema olfativo que celebra el amor y el arte de vivir a la francesa. Más que una marca, Lanvin es una experiencia sensorial, una invitación a la elegancia atemporal.