Lujo y refinamiento, firmas couture del diseñador
Entre el dandi estadounidense que nada predestinaba a convertirse en diseñador de moda y la moda, todo comenzó naturalmente con un flechazo... Estamos a finales de los años 1980, Tom Ford sueña entonces con ser actor, pero una revelación lo cambia todo: unas prácticas en la famosa casa Chloé. A partir de ese momento, nada lo detiene: se destaca en la alta costura tomando la dirección artística de Gucci en 1990 – de la que renueva la imagen, luego su paso por Estée Lauder amplía sus ambiciones: moda, cosmética, accesorios, todo le apasiona, todo le inspira.
Fortalecido por sus ricas y variadas experiencias, se lanza y funda en 2005 su propia marca, sobriamente bautizada "Tom Ford" y que ofrece perfumes, maquillaje, así como una línea de ropa y accesorios. A su imagen, cada una de sus creaciones está perfectamente dominada, es atemporal, a la vez preciosa y clásica. ¿La firma olfativa de sus fragancias? La sensualidad, siempre...