La casa Chopard: ¿adelantada a su tiempo?
Con solo 24 años, Louis-Ulysse Chopard, fundador de la casa Chopard, es un relojero talentoso. Decide fundar su propia manufactura para crear relojes y cronómetros de gran precisión y logra un inmenso éxito en Suiza, su país natal. Apreciado por los más altos nombres de la época, incluyendo al zar Nicolás II, Louis-Ulysse Chopard sobresale en todo lo que emprende. Rápidamente, exporta a nivel internacional y convierte su nombre en una garantía de excelencia en todo el mundo. Su hijo Paul Louis y su nieto Paul-André toman, sucesivamente, las riendas de la casa Chopard y continúan desarrollando la imagen de la marca en Suiza y más allá de las fronteras. Pero cuando Paul-André no encuentra un sucesor para la casa, teme que esta caiga en el olvido.
Karl Scheufele, un relojero y empresario alemán, aprovecha la oportunidad y compra la famosa casa de relojes suiza. Es gracias a este cambio de propietario que la marca Chopard logrará convertirse en imprescindible: marroquinería, accesorios, perfumes, relojes... La empresa se desarrolla a una velocidad increíble. Hoy en día, son los hijos de Karl Scheufele quienes están al frente de la casa Chopard y continúan haciendo prosperar la célebre empresa suiza.